Me quedé sin palabras en ese momento. Miré a todo el mundo con cierta expresión de lástima en los ojos, sin entender el significado de lo que me decían. Moví por inercia mi cabeza, como perdonando a todo aquél que participó de la escena, y soltando un gran y meditabundo suspiro, caminé. Un paso siguió al otro hasta llegar a un lugar donde nadie me veía. Cuando ya no supe si quiera dónde estaba, caí sobre mis rodillas y conversé con Dios.

sábado, 12 de marzo de 2016

famélica

Hoy tuve una fantasía. 10 de la mañana, frío. Mis muslos se enredaban y retorcían las sabanas, casi tan fuerte como mis puños.  El destello imperativo del sol se revolvía con mis pestañas trastornándome, conduciéndome.  A la radio le dio por cantar muy alto, y a la melodía por llegar precisamente hasta donde yo escuchaba. Viajo. Estábamos tú y yo como dos adolescentes; con los jeans arremangados y húmedos de tanto estar tirados en la playa. Soplaba el viento salino, y nuestras narices enrojecidas por el frío parecían no entumecer la tensión vibrante que estrechaba nuestras manos ¡Que delicioso chocar de dientes, que apetitosa ansiedad!  Aún no terminaba la melodía y sentí hambre, a pie de gato bajé hasta la cocina por algo caliente. Tomé la taza con ambas manos y al sentirla rozar mis labios me parecía estar de nuevo en aquella fantasía, en aquella playa… esta vez era nuestro primer beso.  

miércoles, 21 de mayo de 2014

Me gusta esa boca tuya,
conociendo tanto y tan poco.
Basta un respiro, un guiño, 
el aire. 
Mi mundo es parte del tuyo.
Y sin saber nada, de pronto,
tus labios relatan mi vida. 
Ni aún las palabras, 
un solo beso.
Compartimos miel
y dulzura;
Y fuimos una miel en goteras
Resbalando por sabanas,
y pieles;
Y nos embriagamos en cada gota,
y fuimos uno, 
de nuevo;
Y solo nos separaba una lengua,
que intentaba unirse, 
la mía con la tuya;
Y nuestro brillo lo robó la luna
Cargada de tus ojos y sueños;
Y fui sola de nuevo, y mi boca
no hallaba tus besos.
Y te hallé en la luna cantando. 
Placeres con mieles distintas,
y besos ajenos.

viernes, 14 de marzo de 2014

La jovencita.


La Jovencita



Verano. La niña, como acostumbran todos los niños, iba corriendo muy rápido, pero con los ojos completamente vendados; Un pañuelo de tela gruesa, apretado a punto de yaga en las cienes, en ocasiones sangre, a veces pura risa. No dolía. A la tela del pañuelo se le daba por ser muy brillante, dicen que años atrás relucía más que un par de ojos de color elegante, razón por la cual nadie quería ver sus ojos sino la tela sobre ellos ¿Quién no ha querido alguna vez aún conservar los ojos vendados? No importa, la tela ahora estaba roñosa, a punto de caer. La niña ya podía ver un poco entre las fibras.  

El lugar estaba repleto de personas, de ánimos sin ánimo, de sonrisas sin risa y muchos ¡Muchos! pensamientos. El trote de la niña comenzaba a decaer a medida que, ahora con la vista casi liberada, advertía lo poco útil de correr si a nadie realmente le impresiona. Nadie realmente quería verla jugando, sintió el aburrimiento de todos presionarle tan fuerte la cabeza que de una vez por todas el pañuelo terminó por caer. Intentó recuperarlo pero ya era muy tarde, al voltear para recogerlo se dio cuenta que ya se había volado, y que en el aire, los hilos fueron separados y se esparcieron por el cielo.  

Entre carrera y carrera se le había caído la inocencia del bolsillo, no lo notó sino hasta que hurgó en su pantalón buscando un par de respuestas que tampoco estaban. Ahora que podía ver, pensó, podría ir por la arena buscando aquello que había perdido, y sin pensarlo mucho ... caminó. 

Se encontró a sí misma en la orilla de un río. La gente muy lejana. Miró hacia el cielo y de pronto los payasitos que componían el diseño de su ropa se acaloraron con el sol inmenso que los cubría. La niña sintió el peso de su calor y quiso nadar un rato ¡Que suerte que ando con mi traje de baño! y se quitó la ropa. La gente seguía lejana. 

La niña dio un par de pasos y al fin sus pies sintieron el agua que como una mano fría le daban un ligero masaje brindando alivio. Un par de pasos más allá y el agua llegaba casi a las rodillas, sintió miedo. Se detuvo a mirar la profundidad del agua por un rato y se vio a sí misma en el reflejo, pero como nunca acostumbró a mirar la superficie se dio cuenta que más allá, bajo el agua, había arena sospechosa, de ese tipo de arena que parece estar escondiendo algo. Se puso en sus rodillas y metió las manos con un poco de reticencia... escarbó. Y así fue como la niña se encontró una vergüenza, que alguien antes ya había enterrado allí. 

La vergüenza era pequeñita, a penas si se notaba entre las curvas del agua; tenía un aspecto parecido al mercurio, metálico, frío, podías ver un poco de ti sobre su envoltorio que parece un espejo; Y así como el mercurio se absorbía también por los poros de la piel. Rápidamente la niña se dio cuenta que la vergüenza que se encontró era veloz. La gente se acercó. La niña no quería que nadie más viera lo que estaba pasando y en un acto desesperado para esconderlo, puso la vergüenza en su boca y se la tragó. Se metió más adentro en el río. 

Las conversaciones, los susurros, las risas que antes no parecían estar ahí, el angulo de la luz sobre su piel y el color que le daba, todo aquello nunca le llamó la atención se intensificó. De pronto a la niña le comenzaron a doler los oídos, combinaciones maléficas de el sonido que hacía su nombre al ser pronunciado por personas que la observaban sumado a una carcajada ácida de alguien que parecía estar buscando hacerle heridas con los ojos, le calaban de forma tan aguda que no pudo resistir.  Buscó alejarse.  Allá en el fondo del río volvió a mirar el agua, buscaba algún tipo de consuelo que alguien también hubiese dejado por allí escondido pero fue inútil. Todo lo que podía ver ahora era la superficie, la insidiosa superficie del agua que no hacía más que reflejarla con burla, una burla de esas amargas con lágrimas en los ojos de quién la goza y de quién la sufre. Por primera vez se dedicó a mirarse. 

Antes no era deforme, pensó ¿O si? Pero las risas ¡Pero las risas! y las ondas del agua ... Su imagen nunca antes había parecido ser algo tan retorcido, tan mal hecho. Se dio vuelta. La gente la abrumaba, la gente estaba en el agua con ella y le pegaba, le metían cosas por los oídos, por los ojos... por los pensamientos. En ese momento se dio cuenta que nadie podía ver la vergüenza en ella, pero la vergüenza era TODO lo que ella podía ver. De pronto sintió como crecía dentro de sus entrañas, la cubría completa, saludaba por sus mejillas ardientes. Duele, presiona, ahoga, espanta ¡Mata! y no se va...

Invierno. Ha vuelto al mismo lugar.  Ahora solo le acompañan los sonidos amigables del vacío y del viento que alberga en su invisibilidad, la amistosa seguridad del pañuelo que en tiempos pasados pudo protegerla... Un abrigo la envuelve y oculta desde el cuello hasta los tobillos. Por primera vez en el año siente paz.  El viento que viene viajando de los lugares más fríos canta congelante al rededor de ella, invitándola a entrar una vez más, una última vez, a las aguas del río que una vez tan bien conoció.  Sus pies entran confiados, firmes, un paso sigue al otro hasta llegar a lo más profundo. Sus mejillas brillan rosadas pero esta vez de felicidad. Nota como el hielo comienza a fundirse con el agua hasta crear una capa gruesa, brillante, suave, que protege todo lo que hay debajo de él. El viento sopla más fuerte y finalmente lo entiende... Ha vuelto, el aire le está devolviendo aquello que había perdido. Ella entra aún más, se recuesta y espera a que el hielo le cubra los ojos y la haga sentir nuevamente segura, allí en el río, como antes, la jovencita. 

   

lunes, 5 de noviembre de 2012

no hay héroe en el cielo



Let's face it.

There's no hero for you up there. 

He is battling another war, 

another which is not yours. 

You're unknown for him, 

his cape doesn't flame because of your cause. 
He does not disguise his true identity
just for you to be safe. 
He is a hero, 
a very brave one, 
but he hasn't fought 
against any of your enemies.
 You might have been petrified,
rolling into the purest bleakness,
with hordes and hordes
of your worst fears, 
and he was just putting 
someone else's cat,
down, down from a tree. 
An alien tree. 
And then you wish you had a tree 
to be saved from. 


miércoles, 10 de octubre de 2012

Angela.-

multidimensional, compleja, predecible, complicada, impredecible, aburrida, extrema, corriente, intensa, extraña, enferma, común, simple, tonta, brillante, hermosa, y horrible.

nudo






   Si en algún lugar del mundo justo en este momento te estás acordando de mi, quiero que lo hagas con toda la intensidad que puedas. Quiero que me necesites tanto al punto de provocar una tormenta de antología, que caigan rayos, que el mar cobre venganza, que el viento te empuje y te caigas, que la sal de mis lágrimas se confunda con la lluvia que te moja, y que tú no existas y que yo tampoco, que pierdas la razón, que no sepas si es ésta la realidad o uno más de tus delirios, que te rías de la nada, que me sofoques, que me duela, que todo lo que nos rodee sea locura y me veas entre tus ojos.
 
   Si en algún lugar del mundo justo en este momento te estás acordando de mi, quiero que algo nos una.

miércoles, 22 de febrero de 2012

No dejaste de brillar


Ya no se pudo,
ardían los ojos y se cerraron,
al hacerlo mi equilibrio
tambealaba, dudaba,
excedido el brillo, ya casi
no veía mis manos,
no veía mis pies,
tu caminaste, y yo ciega
(y no se hasta que punto)
también caminé.
Años, cordilleras, nacimientos,
un fragmento de luz en la retina,
ojos tímidos, traumatizados
eternamente ¡Brillando!
di la vuelta al mundo y nos encontramos,
y ahora despiertan,
pensando estar listos ¡Mirando!
Si antes eras un destello
ahora el sol no tiene significado,
ya no existen mis manos,
ni mis pies, ni ojos que miren
Todo ¡Todo! se ha cegado.

sábado, 22 de octubre de 2011

Fluye, haz lo tuyo





Que tierno que iluso como si al tocar el fondo los deseos se cumplieran pasar el día acompañado del tortuoso ruido que reproduce tu hambre ahorrar una moneda no sirve de mucho como si supieras lanzar si quiera un dado crees capaces a tus manos de decidir por Dios y si toca la superficie del agua y se niega a hundirse que te cuenten los millones de monedas de la fuente lo patético de que llores es que yo también lloraría cuando la moneda toque el fondo me dirás tu deseo yo soy tu deseo todos me dicen que soy insegura no soy tu deseo verdad planear la vida con una persona que conoces hace dos años y solamente porque sabe cocinar sabes que estás equivocado la fuente lo sabe la moneda lo sabe incluso ella mira como grita mientras se hunde sabe que no influirá en tu vida por qué no lo sabes tú también que tierno no entiendes nada me duele respirar quién te enseñó a creerle a la superstición cara no significa nada en tu vida sello no significa nada en tu vida quedate maldición mis abrazos son tan fuertes como cualquiera que hayas recibido por favor toma un taxi y dejale todo el cambio no te quedes con monedas tampoco billetes no no mires la fuente mirame mirame a mi que tapo tus ojos mientras intentas lanzar

Cianuro.




Estás buscando un nombre,
hay grillos cantando en tu silencio.
El sol está brillando pero
el frío 
te partió los labios,
se volvieron secos,se volvieron inviernos.
Destilan inexperiencia,
telarañas saladas sus comisuras enreda
¿Qué guardan, sino las ganas?
¿Qué ganas, sino las de recitar?
el nombre inexplorado impera.
Se apoderó de ti,de tu redacción
¡Allá va corriendo! casi lo alcanzas
pero los grillos te ensordecen,
tus labios caen a pedazos,
perdiste el ritmo de las noches 
ya la oscuridad avanza.
Las arañas se evaporaron,
veleidosas impregnaron tus huesos,

ahora inútiles, carcomidos, secos.
¿De qué sirve un nombre,
si no mueve una estrella?

¿Aún mas, de qué un hombre
que no entibia la tierra?

viernes, 19 de agosto de 2011

Mujer


Mujer que te inventas,
urdes en tus pestañas un telón,
proyectas piernas, 
provocas náuseas
Intentas.