Ya no se pudo,
ardían los ojos y se cerraron,
al hacerlo mi equilibrio
tambealaba, dudaba,
excedido el brillo, ya casi
no veía mis manos,
no veía mis pies,
tu caminaste, y yo ciega
(y no se hasta que punto)
también caminé.
Años, cordilleras, nacimientos,
un fragmento de luz en la retina,
ojos tímidos, traumatizados
eternamente ¡Brillando!
di la vuelta al mundo y nos encontramos,
y ahora despiertan,
pensando estar listos ¡Mirando!
Si antes eras un destello
ahora el sol no tiene significado,
ya no existen mis manos,
ni mis pies, ni ojos que miren
Todo ¡Todo! se ha cegado.
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